miércoles, 14 de mayo de 2008

"Pequeñas maravillas 2" y un recordatorio de la tarea

Chicos: Les recuerdo la tarea: Buscar en "El cuento de la rosa" (que está en la página 18 de nuestro libro naranja) 10 sustantivos y clasificarlos según el árbol clasificatorio que vimos en la clase de hoy.
Continuamos publicando los cuentos. Hoy es el turno de Paola Petrucci, que escribió un divertido relato con un monito demasiado inquieto. A continuación lo transcribo.
  • El carazá-pitá rebelde
Hace más de cien años, cuentan que en mi cuarto descubrieron un pequeño gorila llamado carazá-pitá, que siempre estaba escondido en una habitación con poca iluminación. Ël solamente salía cuando todos dormían, iba y agarraba cosas de la heladera, corría muebles, etc. Comía la comida, bebía… Y todas las mañanas el comedor y la cocina estaban: todo desordenados, todo tirado, sucio y manchado. Y siempre la familia Suarez se preguntaba quién era el que hacía todo ese enchastre.
Una de esas noches, uno de los chicos, el más pequeño, llamado Joaquín, se había quedado despierto. En un momento Joaquín escucho un ruidito. ¿Quién era? El gorila Carazá-pitá, que estaba yendo hacia la cocina, agachado y sin hacer ningún ruido, para comer y tomar.
Pero el carazá- pitá no se dio cuenta que había una persona despierta. Justo el nene Joaquín, que también estaba escondido, lo había visto al Carazá-pitá comiéndose toda la comida, etc… Luego de un buen rato, el gorila se va de nuevo hacia su habitación con la panza llena. El nene Joaquín va y lo persigue lentamente para que el Gorila no se diera cuenta y en un momento el gorila llega a la habitación, mira para los dos lados y abre la puerta despacio. Joaquín despierta a sus padres y a su hermana Daiana de diez años y a su hermano Nelson de doce años; y les dice.
-¡Escuchen, encontré a un gorila pequeño en la casa! ¡Y se escondió en mi cuarto!
-¡Vengan, vamos a verlo!
Todos sorprendidos fueron. Al abrir la puerta con una linterna alumbrando se ve al gorila debajo de la cama, el padre y la madre van y lo sacan, le arman una camita para dormir.
Luego de tener una experiencia feliz, los tres hijos van y les preguntan a sus padres:
-¡Papi, mami! ¿nos podemos quedar con el gorila chiquito?
Los padres se miran y dicen ¡¡¡Sí!!!. Desde ese momento todos en familia pensaron un nombre. El nene más pequeño, Joaquín, que recién aprendía a hablar dijo: Carazá-Pitá. A todos les gustó y le quedó ese nombre. ¡y todos vivieron felices comiendo patitas de pollo con ensalada de lechuga!
  • AUTOR: PAOLA PETRUCCI

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